martes, 17 de junio de 2008
Dulces Monstruos pag. 2
Después de mucho tiempo, una noche en la que el rico aroma a pan calientito se esparcía por todo el valle, de entre las montañas llegó un gigante!...Enorme!...
¡Si, el olor a pastel le abrió el apetito y llego al pueblo con su olfato!, ¡Sus pisadas eran tan fuertes que todo se sacudía, todos salían de sus casas y gritaban: “¡Ahí vieneeee!, ¡Ahí vieneeee!,”
Mi abuelita y mi hermano salieron corriendo, y gritaban, pero mi abuelito seguía en la cocina y no podía oír los gritos.
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